Conaif, la Confederación Nacional de Asociaciones de Empresas Instaladoras y Mantenedoras de Energía y Fluidos, a la que está asociada Aspremetal, ha emitido un comunicado sobre el mal uso que se le está ofreciendo a la palabra «fontanero» durante las últimas semanas para tratar temas políticos. Un comunicado que desde Aspremetal apoyamos como asociación representantes del sector en Extremadura.
No es de recibo machar un colectivo tan humilde y digno como es el de estos profesionales tan importantes e indispensables indispensables en la vida cotidiana, la salud y el bienestar de las personas, así como en el cuidado del medio ambiente.
COMUNICADO DE CONAIF
La utilización del término “fontanero” en los medios de comunicación para referirse a determinadas personas del partido político PSOE relacionadas con presuntos escándalos en la actualidad, está generando una ola de desprecio hacia la profesión de la fontanería. Este tipo de actitud no solo es injusta con los profesionales que ejercen la profesión, sino que también contribuye a una imagen distorsionada de la misma y a la desconfianza de la sociedad.
La denigración de la profesión de fontanero tiene graves consecuencias para las empresas de este sector. Por un lado, afecta a la autoestima de los profesionales, quienes se ven expuestos a críticas injustas. Por otro lado, genera una desconfianza pública hacia la profesión y puede llevar a una pérdida de prestigio con menoscabo añadido de clientes.
Desde la patronal que representa a las empresas y los profesionales de la fontanería en España, CONAIF, solicitamos al medio que Vd. dirige que, en la medida de lo posible evite por favor utilizar el término “fontanero” en sus informaciones para referirse a personas que trabajan en las “zonas subterráneas” de la política con alguna sombra en su desarrollo profesional.
También nos ponemos a su disposición como fuente si tiene interés en la profesión de fontanero, toda información en su medio será valiosa para que la sociedad pueda conocer la realidad y apreciar la labor de los profesionales, que es esencial para garantizar la salud, el agua potable, el saneamiento y el mantenimiento de otros servicios básicos para los ciudadanos.
Los fontaneros españoles, muchos de ellos autónomos, son personas técnicamente profesionales y preparadas, encargadas del mantenimiento e instalaciones de agua. Hoy en día se enfrentan a grandes retos y desafíos, como el intrusismo profesional, los impagos, la subida generalizada de precio de los materiales para las instalaciones o la desregulación de la profesión; generar un nuevo problema como el que exponemos en este escrito podría suponer para ellos y sus pequeñas empresas una losa difícil de levantar.